Los Nombres

Héroes, Ilustres, Valerosos,  Eruditos,… aquí hago el hueco para recordar a aquellos, que con su trabajo, su entrega, e incluso con su vida, han contribuido a engrandecer el nombre del Arma.

Ellos son nuestro ejemplo y estímulo.

Ilustres

Considerado como el inventor de la mina de guerra, con aplicación del explosivo a las conocidas desde la antigüedad como técnicas de minado para ataque a una fortificación, nació en Navarra, en el Valle del Roncal. 

En 1487 tomaba parte como soldado de fortuna en la Guerra entre las repúblicas de Florencia y Génova donde, considerado ya como experto en el empleo de la pólvora, realizaría con poco éxito su primer intento de volar una mina con explosivo. 

En 1500 entraba al servicio de Gonzalo de Córdoba en una expedición contra los turcos, y en 1503, de nuevo con el «Gran Capitán» y en el marco de las Guerras de Italia, recibió orden de expugnar dos fortalezas, dentro de la bahía de Nápoles, que aún quedaban en poder de los franceses. Atacadas por Navarro mediante la mina de pólvora, tanto en la de Castello Nuovo como en la de Castell dell’Ovo abriría una brecha provocada por la explosión, que permitía entrar al asalto en ellas y ser tomadas con facilidad. 

En 1508, al frente de una Armada conquistaba Orán, Bujía y Trípoli, y en 1511, de nuevo en Italia, caía prisionero de los franceses. Al servicio de Francisco I, rey de Francia (quien pagó su rescate, ya que Fernando el Católico se negó a ello), perdería su buena estrella a partir de 1515. Capturado dos veces por las tropas españolas, moría, seguramente estrangulado, durante su segundo cautiverio, en 1528.

Nació en Toledo, donde recibió una primera formación humanística. Posteriormente se formó como «aparejador» o ayudante de Herrera, en la construcción del Escorial. En 1586 se encontraba en Sevilla, donde había adquirido notoriedad como arquitecto. En ese año pasaba por la ciudad el Ingeniero militar Tiburcio Spanochi, quien le admite como Ingeniero extraordinario (ayudante). Comenzaba así Rojas una intensa carrera militar que le llevaría a Bretaña, en la que construiría varios fuertes, y posteriormente a Cádiz desde donde, además de trabajar en sus fortificaciones, llevaba a cabo numerosos viajes a Tarifa y Gibraltar para realizar trazas de sus puertos y defensas. Autor del primer tratado de Fortificación impreso en España (1598, «Teoría y Práctica de la Fortificación …»), fue profesor de la «Academia de Matemáticas y Fortificación de Madrid», muriendo en 1614, de secuelas del contagio de una enfermedad epidémica contraída en la expedición española al puerto de la Mármora, en la que iba como tal ingeniero militar.

Matemático, escultor, arquitecto e Ingeniero del Ejército, nació en Sevilla donde llevó a cabo una intensa labor constructiva. Como Ingeniero Militar realizó numerosas obras de Fortificación en las costas de Andalucía, fundamentalmente torres vigías. En 1525 fue nombrado Ingeniero Mayor en una expedición organizada para la recuperación de Bahía en el Brasil, ocupada por una escuadra holandesa (con el reconocimiento de Felipe II como rey de Portugal en 1515, sus colonias también lo eran españolas). Cuando dirigía los ataques a la plaza, fue herido de una bala de cañón, muriendo a las pocas horas.

Fundador del Cuerpo de Ingenieros.

Hijo de D.Cornelio de Verboom, «Ingeniero Mayor de Nuestros Ejércitos en los Países Bajos», fue uno de los ingenieros más importantes del siglo XVIII, junto al Mariscal francés Vauban, y el holandés, barón Von Coehorm, cuyas técnicas de sitio, así como de trazado de planos y construcción de Fortificaciones, conocía perfectamente.Verboom, además de participar en numerosos sitios dirigiendo a los ingenieros en los trabajos de zapa y minado, como en Namur (1695), Barcelona (1713-1714), Messina (1718), o Gibraltar (1727), fue autor de numerosos proyectos, no sólo de fortificación (la ciudadela de Barcelona, por poner algún ejemplo), sino de Obras Públicas relativos a Canales de riego (Murcia,Lorca…), Puertos (Barcelona, Málaga,…) o carreteras.

Fue uno de los Ingenieros más ilustres del siglo XVIII. Nació en Avilés, licenciándose en Humanidades en Oviedo. Posteriormente sentó plaza como soldado en la Compañía de Guardias de Corps.

De formación autodidacta, en 1730 ingresaba como «Ingeniero Extraordinario». Destinado como profesor de Matemáticas en 1736 en la Academia de Fortificación de Barcelona, creada por Verboom, dos años después era nombrado Director de la misma, en cuyo cargo moría en 1779.

Fue autor de numerosos tratados de Matemáticas, Fortificación y Artillería.

Nacido en Italia, en 1729 ingresaba como cadete del Regimiento de Infantería de Sevilla. Posteriormente realizaría estudios en la Academia de Matemáticas de Barcelona, ingresando en el Cuerpo de Ingenieros en 1743.

Realizó numerosas campañas como Ingeniero en Italia, obras de fortificación en Figueras, Cádiz y Ceuta, tomando parte, siempre en calidad de Ingeniero Militar, en la defensa de Melilla (1774), donde dirigió los trabajos de la citada defensa, entre ellos numerosas contraminas, y bloqueo de Gibraltar (1779-81).

Fue director de la Academia de Barcelona desde 1781 a 1784, en que se le nombró por Real Orden, «Comandante del Ramo de Fortificación y del de Academias

Ilustre General que realizo su carrera militar en Infantería. Tomó parte en numerosas campañas, sobre todo en la Guerra de la Independencia en la que llegó a mandar, como Teniente General, al Ejército Español.
En 1815 fue nombrado Ingeniero General, cargo que conservó durante cinco años, durante los cuales dio un fuerte impulso a la Academia de Ingenieros, llevando a cabo una reforma del Regimiento de Ingenieros por la que creaba las compañías de Pontoneros y las de Tren de Herramientas.

Realizó sus estudios en la Academia de Matemáticas y Fortificación de Barcelona, de donde saldría con el título de Ingeniero Militar. A pesar de que siguió su carrera en Infantería, en muchas de sus numerosas campañas (Gibraltar, Menorca, 1779-1782), se le asignó la dirección de trabajos de zapa y minado, y en otras ocasiones tuvo que realizar levantamientos de planos (sobre todo en América), por lo que acumuló una gran experiencia en la preparación de tropas para el desempeño de tales funciones. Esta experiencia la emplearía, cuando como Ingeniero General en 1803 creaba la primera unidad del Cuerpo, el Regimiento Real de Zapadores- Minadores. Frutos de su afán reformador, fueron igualmente la primera Academia específica del Cuerpo de Ingenieros (se establecía en Alcalá de Henares, en 1803) y la Ordenanza, fechada en el mismo año de creación de las dos instituciones señaladas anteriormente.

Nació en el Milanesado, ingresando en el Cuerpo en 1762. Tomó parte en la Campaña de Portugal de 1763 donde consiguió el ascenso a teniente, por méritos de guerra. Realizó numerosas obras de fortificación en Alicante, Orán, Cartagena, Ceuta y Denia. Participó en el bloqueo y sitio de Gibraltar desde 1779 a 1783.

En 1789 era destinado por segunda vez a las Islas Canarias y en 1797 contribuyó en la gloriosa defensa de la Plaza de Santa Cruz de Tenerife y a la consiguiente derrota de la escuadra atacante mandada por el almirante inglés, Nelson. A partir de entonces, permanecería en Tenerife, donde realizaría numerosas fortificaciones, hasta su muerte.

Estudió en la Academia de Matemáticas de Barcelona, ingresando en el Cuerpo de Ingenieros en 1790.

Tomó parte en la Guerra del Rosellón y fue profesor de la Academia de Matemáticas de Zamora y en 1804, de la de Alcalá de Henares, donde se le encarga la elaboración de tratados de «matemáticas puras», y de Fortificación.

Durante la Guerra de la Independencia se encontraba en Zaragoza, donde se encargaría, como Sargento Mayor, de la organización de las tropas de Ingenieros y dirección de las obras de defensa de la plaza. Murió, durante el referido sitio, al alcanzarle una bala de cañón el 12 de Enero de 1809.

Nació en Ayamonte, realizando sus estudios en la Academia de Matemáticas de Cádiz. Tomó parte en la expedición que reconquistó Menorca, en poder de los ingleses, en 1779. Posteriormente participaría igualmente en las campañas de Portugal de 1801y 1807, en este último caso como Mayor General de Brigada. Durante la Guerra de la Independencia, fue comandante de Ingenieros del Ejército de Extremadura, interviniendo en todas sus campañas. Destinado a la Isla de León, en plena guerra, desempeñaría el mando de la Comandancia de Ingenieros y dirección de numerosas obras de fortificación de campaña. En 1812 fue nombrado Director de la Academia Provisional de Oficiales del Cuerpo, establecida en Cádiz. Realizó una amplía labor en el campo de la Fortificación (Ciudad Rodrigo, Barcelona, y Cádiz).

Escribió «Idea de los Telégrafos que estuvieron en uso desde principios del año 1805 hasta 1820 en el distrito de Cádiz», e «Idea o forma del telégrafo de campaña». Alcanzó el grado de Mariscal de Campo y fue Subinspector del Cuerpo.

Ingresó en la Milicias Civiles como Subteniente en 1793, y en el Cuerpo de Ingenieros en 1799. Tomó parte en la Campaña de Portugal de 1801, siendo destinado en 1803 al recién constituido Regimiento Real de Zapadores-Minadores.

Al comenzar la Guerra de la Independencia se encontraba en Madrid, de donde se fugó para integrarse en el Ejército de Extremadura con el que concurrió en numerosas acciones, en unas de las cuales, la de Burgos, contuvo al mando de escasas fuerzas al enemigo, dando tiempo a las unidades propias a retirarse ordenadamente. Por esta heroica acción se le concedió la Cruz de Primera Clase de San Fernando (más adelante «Laureada»). Durante la Guerra Carlista (1833-1840) tomó parte en numerosas acciones, entre ellas los tres sitios de Bilbao, organizados por los Carlistas. De nuevo por su heroica actuación en estos sitios, recibiría como recompensa la Cruz de 3ª Clase de la Real y Militar Orden de San Fernando, así como su ascenso a Mariscal de Campo.

Nació en Ibiza. Estudió en la Academia de Barcelona, ingresando en el Cuerpo de Ingenieros en 1800.

Tomó parte en la campaña de Portugal y Guerra de la Independencia. Desde 1815 hasta 1820 fue Jefe de Estudios de la Academia de Ingenieros de Alcalá, fecha en la que sería destinado como Vocal de la Junta Superior del Cuerpo.

Fue Director General de Ingenieros y Ministro de la Guerra, siendo ascendido en 1839 a Teniente General. Entre otras condecoraciones obtuvo la Cruz Laureada de San Fernando.

Nació en Palma de Mallorca, comenzando su carrera militar en Infantería, donde llegó a Subteniente. Como tal ingresaba como alumno en la Academia de Barcelona, y una vez finalizados sus estudios, en el Cuerpo de Ingenieros. Su primer destino fue el recién creado Regimiento de Zapadores-Minadores, y durante la Guerra de la Independencia tomó parte en todas las campañas, y particularmente en Cádiz (1810), donde estuvo al mando de operaciones de guerrillas.

Fortificó Caravaca y posteriormente caía prisionero en el sitio de Valencia. Conducido a Francia, era liberado en 1814. Ejerció el mando del Regimiento que había sido su primer destino, alcanzando el empleo de Teniente General el mismo año de su fallecimiento.

Al igual que Balanzat, fue también condecorado con la Laureada de San Fernando.

Nacido en Herramelluri (Logroño), ingresaba en el Cuerpo en 1799. Tomó parte en la Campaña de Portugal en 1801, y de 1803 a 1805 fue profesor de la Academia de Alcalá. Al iniciarse la Guerra de la Independencia estaba destinado en el Ejército de Andalucía, y posteriormente, al mando de dos compañias de Ingenieros realizó numerosas obras de Fortificación, durante el sitio de Cádiz. En 1816 era nombrado Comandante General de Ingenieros del Ejército de Ultramar.

Estuvo al mando de la Capitanía General de Filipinas (1835-1837) por fallecimiento del Capitán General, llegando en 1851 al empleo de Mariscal de Campo.

Nació en Guadalajara (Méjico). Ingresó en el Cuerpo de Ingenieros en 1800, alcanzando el grado de Mariscal de Campo. Fue director del Cuerpo de Ingenieros.
En 1808, al comenzar la Guerra de la Independencia, se encontraba en la Academia de Ingenieros de Alcalá, a donde había sido destinado en 1803, con el encargo de, además de su labor como profesor, elaborar un «Tratado de Artillería». El entonces Capitán Bayo, junto a otros Jefes y Oficiales, se marcharía de Alcalá en junio de 1808 con dirección a Zaragoza, donde colaboraría en la dirección de obras de fortificación de la Plaza, así como en la defensa de la misma. Prisionero de los franceses, después de la Capitulación de la heroica ciudad, fue conducido a Francia, donde estuvo hasta 1814, en que fue liberado como consecuencia del fin de la guerra.

Nacido en Antequera de Nueva España, fue cadete de Guardias Españolas en 1800. Ingresó en el Cuerpo de Ingenieros en 1803, aunque más tarde perfeccionaría sus estudios en la Academia de Alcalá.

Tomó parte en la Guerra de la Independencia hasta 1811 en que, nombrado profesor de la Academia de Ingenieros, pasó a Cádiz (como Academia provisional) y al terminar la guerra, en 1815 a Alcalá. Durante estos años realizó diversos textos para la enseñanza, entre ellos un tratado de Estrategia, y otro de Topografía.

Tomó parte en la Campaña de Yucatán de 1817 a 1821. Fue Subinspector de Ingenieros en la Isla de Cuba, en donde realizaría numerosas Obras Públicas.

Académico de Número de las Reales Academias de Bellas Artes de San Fernando, y de la de Ciencias, falleció en la Habana con el grado de Mariscal de Campo.

Nació en la Habana, y a los 12 años era cadete del Regimiento de Infantería del Príncipe. Estudió en la Academia de Alcalá, de donde salía como Subteniente de Ingenieros en 1804. Tomó parte en numerosas campañas, como la de Portugal y la de la Guerra de la Independencia. En esta última intervendría activamente en las batallas de Bailén, Tudela, Almonacid y Ocaña, y de 1810 a 1811 en la defensa de Cádiz. Desde esta ciudad, marcharía encuadrado en un ejército expedicionario destinado al socorro de Valencia, teniendo ocasión de tomar parte en la batalla de Sagunto, donde ganaría la «laureada»por su heróica actuación.Con Cayó prisionero en Valencia (1812), y llevado a Francia, fue liberado en 1814. Tomó parte igualmente en la 1ª Guerra Carlista , periodo en el que llegó a desempeñar el cargo de Ministro de la Guerra. Fue Ingeniero General en dos ocasiones (1843-54, y 1856-60), periodo en el acometió una profunda reorganización del Cuerpo de Ingenieros, poniéndolo a la altura de los mejores ejércitos europeos.Fruto de su iniciativa fueron: El Parque de Incendios, los gabinetes para la enseñanza en la Academia; Trenes de Herramientas de las Compañías de Ingenieros; la Brigada Topográfica; Los Talleres del Material de Ingenieros, y finalmente el Memorial de Ingenieros, revista técnica del Cuerpo que ha llegado hasta nuestros días. Alcanzó el grado de Teniente General.

Estudió en la Academia de Ingenieros de Alcalá, de donde saldría como teniente en 1830. Tomó parte en la Guerra Carlista (1833-40) en la que llevaría a cabo numerosos trabajos de fortificación, así como de puentes, distinguiéndose en los sitios de Ramales y Guardamino, donde coronó a viva fuerza su parapeto, acción por la que recibió el grado de Sargento Mayor. En 1849 marchó con la unidad expedicionaria encargada de la devolución de los Estados Pontificios al Papa, en calidad de Comandante de los Ingenieros de dicha unidad.A su vuelta fue destinado al Regimiento de Zapadores-Minadores, al que llegó a mandar ya en calidad de Coronel a partir de 1856. Falleció en Madrid, habiendo alcanzado el empleo de Mariscal de Campo.

Nace en Jalapa (Méjico) e ingresó en la Academia del Cuerpo de Ingenieros en 1835. Durante la Primera Guerra Carlista intervino en las operaciones y sitio de Guardamino, donde la apertura con explosivos de la brecha y asalto a viva fuerza, le valió el grado de Capitán.

Fue profesor de la Academia y Coronel Jefe del Regimiento Nº1. En la Tercera Guerra Carlista intervino en numerosas acciones, fundamentalmente en la defensa de Bilbao, en la que como Gobernador Militar, dirigió la heroica resistencia de la ciudad ante los ataques carlistas.

Por tales hechos, ascendía a Teniente General en 1874. Fue Ministro de la Guerra de 1886 a 1887.

Estudió en la Academia de Ingenieros de 1839 a 1843. En 1847 tomaba parte en la expedición a Portugal, trazando el itinerario de Oporto a Tuy, al tiempo que levantaba los planos consiguientes.Fue ponente de la Comisión de Puentes Militares, y en 1853, entraba a formar parte de la Comisión del Mapa General de España. Midió la base geodésica de Madridejos, convirtiéndose en uno de los más importantes geodestas de Europa. En calidad de tal, pasó a petición del gobierno suizo a medir una base geodésica de ese país, y poco después a instancias del Reino Unido, realiza la unión de la Red Geodésica española con la de Argelia.Fue miembro de la Academia de Ciencias Exactas y Naturales, Presidente de la Comisión Internacional de Medidas, Pesas y Monedas, inventor de un aparato para medir bases geodésicas, el «aparato Ibañez».

Consiguió un ascenso durante la segunda Guerra Carlista, y finalmente se le considera el creador del Instituto Geográfico y Estadístico español, así como del Servicio Geográfico del Ejército.

Ingresó en el Colegio Militar de Segovia en 1842, y posteriormente realizó estudios en la Academia de Ingenieros de Guadalajara de donde salía como Teniente del Cuerpo en 1848. Estuvo destinado en el Regimiento de Zapadores-Minadores hasta el empleo de Comandante, marchando posteriormente a Cuba donde desempeñó el mando de las Comandancias de Ingenieros de Matanzas y de La Habana. Allí proyectaría y construiría diversas obras civiles, al tiempo que dirigía, como Inspector Facultativo, los ferrocarriles de la Isla. A su vuelta a la Península, mandó la Comandancia de Málaga y con posterioridad fue sucesivamente Jefe de Estudios y Director de la Academia de Guadalajara. Llegó a alcanzar el empleo de Brigadier y obtuvo la Cruz de San Fernando.

Hizo sus primeros estudios militares en el Colegio de Infantería, en el que ingresaba en 1861 para pasar posteriormente (1864) a la Academia de Ingenieros. A partir de 1870, y durante 15 años, estaría como profesor en la Academia de Guadalajara, periodo en el que publicó diversos tratados. Uno de ellos, «Resistencia de Materiales» se utilizaría como libro de texto tanto en el centro militar, como en la Escuela de Arquitectura. En 1895 pasaba destinado a Cuba donde proyectó varias baterías de costa.Ya con el grado de Coronel, en 1897 fue encargado de organizar el Laboratorio Central del Material de Ingenieros. En la reserva fue Presidente del Instituto Nacional de Previsión en el que realizó una meritoria labor. Alcanzó el grado de General de División.

Realizó sus estudios en la Academia de Ingenieros de Guadalajara, de donde salía en 1867. Tomo parte, con el Regimiento de Ingenieros Nº1 en diversas acciones durante la 3ª Guerra Carlista, siendo ascendido por méritos de guerra a Capitán. Destinado en Barcelona, aún en plena contienda civil protagonizó uno de los sucesos de mayor trascendencia en cuanto al mantenimiento del «espíritu» del Arma. En 1872, en la Ciudad Condal, la indisciplina se extendió en toda la guarnición, llegándose al extremo de «expulsar» a sus mandos y elegir otros. Esto no ocurría en las dos compañías de Ingenieros, en las que sus mandos (uno de ellos Vallespín) supieron inculcar en sus hombres tal sentido de la disciplina, que estos llegaron incluso a extremar los signos exteriores de acatamiento, dando ejemplo imperecedero. Posteriormente construyó puentes sobre el río Tordera, fortificó Igualada, Berga y San Hilario, obteniendo el grado de Teniente Coronel.

Estudió inicialmente en el Colegio de Infantería, y como miembro de tal Arma concurrió en la Guerra de África (1859-1860) consiguiendo un ascenso por méritos de guerra. Agregado al primer Batallón de Ingenieros, en Tetuán, pasaría posteriormente como alumno a la Academia de Guadalajara. Ya como Oficial de Ingenieros tomó parte en numerosas campañas durante la 3ª Guerra Carlista, y al terminar ésta, pasaba como profesor a la Academia del Cuerpo, en la que estaría siete años, durante los cuales realizó diversos textos de estudios tácticos.

Creada la «Academia General Militar» de Toledo sería designado como Jefe de Estudios, donde llevaría a cabo una brillante y eficaz labor. Murió con el grado de Coronel.

Fue alumno de la Academia de Ingenieros de Guadalajara, de donde sale en 1873, en plena Guerra Carlista. Su primer destino fue Barcelona, donde tomaría parte en numerosas acciones, en el marco de la citada Guerra. Estuvo con posterioridad, destinado sucesivamente en el Regimiento Montado, Academia, Dirección General de Instrucción Militar y Junta Consultiva de Guerra. Ascendió a Coronel en 1905, tomando parte en numerosas comisiones en el extranjero, entre ellas las realizadas en Bulgaria y Rumania para el estudio de su organización militar.Autor de numerosos textos de Balística y Fortificación, fue profesor de esta última asignatura, en su etapa como profesor de la Academia del Cuerpo. Escribió numerosos artículos que se publicaron en el Memorial de Ingenieros. Llegó a General de División.

Fue alumno de la Academia de Guadalajara hasta 1885, en que con el empleo de Teniente, era destinado al Regimiento de Ingenieros Nº4, con guarnición en Barcelona. Tomó parte, con Marvá, en numerosas comisiones en el extranjero, entre ellas la desarrollada en Dinamarca para la elección del nuevo puente reglamentario que había de sustituir al «sistema Birago». Sería elegido el puente «Danés, según la memoria que redactó Mayandia junto a Marvá.

Como Coronel mandó el Regimiento de Pontoneros, ascendiendo a General de Brigada en 1922. Posteriormente fue designado como miembro del «Directorio Militar» presidido por el General Primo de Rivera.

Ingresó en la Academia de Ingenieros de Guadalajara, en 1883. Destinado en Cuba, intervino activamente en la última de las guerras de independencia cubana, al mando de una Compañía de Zapadores Ferroviarios, destacando sus trabajos en la «Trocha» fortificada de Júcaro a Morón y San Fernando. Repatriado, fue destinado a los trabajos de fortificación de los Pirineos, en la zona de Seo de Urgel.

Colaborador activo del Memorial de Ingenieros y profesor de la Academia de Ingenieros, llegó a General de Brigada, y donó su biblioteca particular (base de la actual del Centro) a la citada Academia.

En 1911 finalizaba sus estudios en la Academia de Ingenieros, siendo su primer destino el Servicio de Aerostación. De 1914 a 1917 cursó estudios en la Escuela Superior de Guerra, ascendiendo a Capitán en 1915. En 1919 estaba en la Comandancia de Ingenieros de Melilla, dirigiendo trabajos de fortificación, muchas veces bajo fuego enemigo. Posteriormente pasó destinado a transmisiones donde se encontraba el 23 de julio de 1921 en que se derrumbó la Comandancia General de Melilla.

En la retirada sobre Monte Arruit se presentó voluntariamente en la estación de ferrocarril de Tistutín, la que defendió con pocos hombres hasta que terminó la evacuación consiguiente. Posteriormente tomó espontáneamente el mando de la retaguardia de la columna, conteniendo al enemigo hasta la madrugada del 29 en que, después de conseguir que la columna se acogiese a Monte Arruit, recibió un disparo que le causó la muerte. Por su heroica actuación recibió la Cruz Laureada de San Fernando, a título póstumo.

Ingresa en la Academia de Guadalajara en 1914, siendo su primer destino la Comandancia de Ingenieros de Melilla.Con anterioridad al desembarco de Alhucemas (1925), el enemigo atacó la posición de Kudia Tahar, que defendía el paso hacía Tetuán, con la intención de evitar en lo posible la operación. Para reparar los daños en el fuerte, el Teniente Sevillano, al mando de una sección de Zapadores, llegó a la misma el día 3 de Septiembre comenzando sus trabajos bajo intenso fuego enemigo. A pesar de haber sido herido, se hizo cargo de la posición al morir el jefe de la misma, resistiendo los continuos ataques enemigos y manteniendo personalmente el enlace mediante un heliógrafo. A los diez días de tenaz resistencia, entraban en Kudia Tahar las tropas propias que relevaban a la guarnición. Por su actuación heroica le fue concedida la Cruz Laureada de San Fernando. Fue fusilado durante la Guerra Civil en Paracuellos del Jarama, en Noviembre de 1936.

Estudió en la Academia de Guadalajara, de donde salía en 1992. En 1923 se incorporó al Batallón Expedicionario de su Regimiento (4º de Zapadores) en Melilla, donde dirige trabajos de fortificación y de ferrocarriles. Destinado a la «Mehala Jalifiana» Nº2, realizó numerosas acciones y servicios contra el enemigo. En los años siguientes se especializa, a través de numerosas acciones, en los golpes de mano, en uno de los cuales, en el sector de Beni-Said, ganaba, por su heroica actuación, la Medalla Militar individual.Tomó parte en el «desembarco de Alhucenas» (8 de Septiembre de 1925) formando parte de la vanguardia de la Columna del General Godet, y en cuya acción caería mortalmente herido, por lo que se concedió a título póstumo la » Cruz Laureada» el 5 de julio de 1927.

Se incorporó al Ejército Nacional, en 1936, durante la Guerra Civil. En 1937 era promovido a Alférez provisional , tomando parte en numerosas acciones de guerra. Al finalizar la contienda, ingresó en la Academia de Ingenieros (Burgos) saliendo con el grado de Teniente.

En 1942 tomaba parte como voluntario en la campaña de Rusia, integrado en la División de Voluntarios conocida como «División Azul». Murió gloriosamente al frente de una Sección de Zapadores en un asalto a la posición de Krasnij-Bor, ese mismo año.

En recompensa a su heroica actuación, le fue concedida la Medalla Militar a título póstumo.

Nació en Carabias (Asturias), ingresando en la Academia de Ingenieros de Guadalajara en 1896, de donde sale como Teniente en 1900. Diplomado de Estado Mayor, fue profesor en la Academia y ayudante del Rey D. Alfonso XIII.Con la llegada de la II República, ya Teniente Coronel, pedía el retiro, fijando su residencia en la Argentina.

Al iniciarse la Guerra Civil, se reintegró al Ejército Nacional, siendo nombrado Jefe de E.M. de las Brigadas Navarras, y posteriormente del Ejército del Norte.Ascendió a Teniente General en 1943, fue Ministro del Aire, Jefe del Alto E.M., y Presidente de la Junta de Energía Nuclear. Estaba en posesión entre otras condecoraciones de la Medalla Militar Individual.

Considerado como el «padre» de la Aviación Militar española, ingresó en la Academia de Ingenieros en 1874, de donde sale como Teniente en 1878. Después de unos años en los que estuvo dirigiendo obras en Canfranc y Tarifa, tomó parte activa en las campañas de Melilla (1893). En 1896, siendo comandante, se le encomendó la Organización del Servicio de Aerostación, después de realizar viajes en comisión por casi toda Europa. Reorganizó además el Palomar Central, y fundó la Aerostación Civil y el Real Aeroclub de España.
Comisionado en 1909 para la adquisición de material de aerostación y de aviación, sus informes se concretaron en la creación del primer aeródromo militar español en Cuatro Vientos (Madrid) y en la compra de los primeros aviones que llegarían en 1911. En 1910 era Director de la Academia, al tiempo que mandaba la Jefatura Aeronáutica.

Ingresó en la Academia de Guadalajara en 1895, de donde sale en 1899 con el grado de Teniente. En 1910 participó en las operaciones llevadas a cabo en el sector de Melilla, y en 1910, en la zona de Larache, donde construye un puente permanente sobre el río Lucus. En 1924 participó nuevamente en numerosas acciones de guerra en la zona de Melilla, siendo herido cuando dirigía trabajos de fortificación. Participó en el desembarco de Alhucenas, y más tarde, ya como Coronel llevó a cabo una intensa labor en la red de comunicaciones del Protectorado. Con la Dictadura de Primo de Rivera pidió el pase a la reserva, y en 1936, cuando se produjo la sublevación militar (18 de Julio) se le encargó el mando de las Unidades del Cantón de Carabanchel, siendo ya General de Brigada, ocasión en la que resultaría muerto por disparos de los afectos a la República.

Salió de la Academia de Artillería e Ingenieros de Segovia como Teniente, en 1932, siendo su primer destino la Agrupación de Radiotelegrafia y Automovilismo de Marruecos. Al producirse la Sublevación Militar (Julio de 1936) se encontraba en Ceuta, solicitando pasar a la Legión. Agregado a la 1ª Bandera de la misma, cruzaba el Estrecho con su unidad el 5 de Agosto de ese año.

Formó parte de la Columna motorizada del Teniente Coronel de Tella Cantos, que partiendo de Algeciras tenía por objetivo la toma de Madrid. Siempre con esta columna y después de numerosas acciones de combate, el 11 de Agosto penetraba en la Iglesia de Almendralejo (Badajoz), donde se había hecho fuerte el enemigo, bajo un intensísimo fuego, consiguiendo volar la escalera de acceso a la Torre. Por esta heroica acción, le sería concedida la «Laureada de San Fernando».

En Septiembre de ese mismo año (1936) formando parte de la Columna del Teniente Coronel Barrón, fue herido gravemente en el ataque a la Puerta del Cambrón en Toledo. Incorporado de nuevo a su unidad, el día 12 de Febrero de 1937 resultaba muerto en acción de guerra, en los alrededores de Pinto.

Estudió en la Academia de Guadalajara de donde sale como Teniente en 1904. Sus primeros destinos estuvieron relacionados con la dirección de obras, pasando posteriormente al Protectorado de Marruecos donde estaría destinado en Transmisiones. Fue Jefe de Estudios de la «Academia de Artillería e Ingenieros» de Segovia (1931) y en 1936 se encontraba mandando, ya de Teniente Coronel, el Batallón de Zapadores Nº8 en Gijón, situado en el cuartel de «Simancas». Al producirse la sublevación militar, inicio de la Guerra Civil (Julio de 1936) se situó en el Bando Nacional. Atacado el cuartel por fuerzas muy superiores, resistió hasta el 21 de Agosto, en que ante el último ataque enemigo y en lucha cuerpo a cuerpo, el Teniente Coronel Valcárcel cayó muerto. Por su heroica actuación, le fue concedida la «Cruz Laureada de San Fernando» al Batallón de Zapadores, y su Jefe fue recompensado con la Medalla Militar individual.

Después de realizar sus estudios en la Academia de Ingenieros de Guadalajara, salía como teniente en 1929. Tomó parte en la Guerra Civil, y después de varios destinos de E.M., en 1958, ya de Coronel, fue destinado como Jefe de la Academia de Ingenieros en Burgos. Ascendido a general de Brigada, ejerció el mando de la Jefatura de Ingenieros de la 6ª Región Militar. Fue Director de la Escuela Superior del Ejército, y en 1968 ascendía a Teniente General, y en 1970 se le designa como Jefe del Estado Mayor Central. Entre otros cargos y honores recibió los de: Consejero de Estado, Embajador en Egipto y miembro de las Reales Academias de Ciencias Políticas y la de la Lengua. Hombre de gran cultura y erudición, estaba en posesión de numerosas condecoraciones.

En esta relación figuran aquellos que a lo largo de su vida militar destacaron por sus éxitos y hazañas hasta el final.

La lista se queda corta, hay otros muchos Ilustres Ingenieros que por diferentes motivos dejaron el servicio de las armas para continuar trabajando con excelentes resultados en la sociedad civil. 

Fueron también grandes, reconocidos, valorados y apreciados.

Ellos son nuestro ejemplo y estímulo.

Héroes

La Laureada de San Fernando es la más alta condecoración militar en España.

Hablando con propiedad se trata de la Real y Militar Orden de San Fernando.

Fue creada por las Cortes de Cádiz, promulgada por Decreto de 31 de Agosto de 1811, su denominación hace referencia a Fernando III Rey de Castilla.

Con esta condecoración se pretende  «honrar el reconocido valor heroico y el muy distinguido, como virtudes que, con abnegación, inducen a acometer acciones excepcionales o extraordinarias, individuales o colectivas, siempre en servicio y beneficio de España»

Caballeros Laureados de San Fernando

1816. Por el valor demostrado en la acción de Ibi (Alicante) el 21 de julio de 1812

Brigadier. Marques de Hijosa de Alava. 5 de Junio de 1823. ( Acción de VICH).

3-2-1875. Acción de CERRO MURIAIN ( Monte Esquinza). .

18-7-1895. Acción de Cotta de TUGAYAS ( Mindanao). ( RO. 8-7-96. DO. n.º 150).

18-7-1895. Acción de Cotta de TUGAYAS ( Mindanao). ( RO. 9-6-96. DO. nº 127).

28-7-1895. Acción de Cotta de TUGAYAS (Mindanao). ( RO. 23-5-96. DO nº 114).

18-7-1895. Acción de Cotta de TUGAYAS (Mindanao). ( RO. 8-7-96. DO nº 151).

18-7-1895. Acción de Cotta de TUGAYAS ( Mindanao). (RO. 8-7-95. DO nº 151).

9-12-1895. Acción de POTRERO CONGRESO ( CUBA). ( RO. 11-6-96. DO nº 129).

19-11-1913. Acción de Monte CONICO (Tetuán). ( RO. 26-9-1921. DO. nº 215).

29-7-1921. Acción retirada de TISTUTIN a MONTE ARRUIT (Marruecos). ( RO. 18-11-24. DO. nº 260).

21-8-1924. Acción de posición SOLANO ( Ceuta y Tetuan). ( RO. 6-10-25. DO. nº 238).

10,11y 12-12-1924. Acción de Retirada de ZOCO el ARBAA DE BENI HASSAN a TARRANES. ( OC. 8-11-3. DO. nº 264).

3 al 13-9-1925. Acción de KUDIA TAHAR ( Marruecos). ( OC. 31-1-35. DO. nº 27).

23-9-1925. Ocupación de MORO VIEJO ( Marruecos). ( RO. 5-7-27. DO. nº 150).

11-8-1936. Acción Iglesia de ALMENDRALEJO. ( O. De 23-2-45. DO. nº 48).

5 al 8-8-1938. Ciudad Universitaria ( Madrid).( O. de 3-1-44. DO. nº 4).

5 al 9-8-1938. Ciudad Universitaria ( Madrid). ( O. de 2-6-44. DO. nº 126).

10-2-1943. KRASNY-BOR ( Rusia). ( O. de 17-2-44. DO. nº 41).

Esta condecoración fue creada por Decreto del Gobierno de la República de 25 de Mayo de 1937.  Constituía la máxima condecoración militar , en sustitución de la abolida Orden de San Fernando en la zona Republicana. 

Placa Laureada de Madrid

En 1926 ingresó como voluntario de Ingenieros, para el Servicio de Aviación, en la escuadrilla de Experimentación de la escuela de vuelo de Cuatro Vientos, donde alcanzó el empleo de sargento. Incorporado como piloto en bando republicano, mantuvo durante toda la contienda una actividad de intensa acometida en casi todos los frentes participando en operaciones arriesgadas con éxito. El 31 de agosto de 1938 por Orden del Ministerio de Defensa nacional Gaceta numero 243 le es concedida la Placa Laureada de Madrid

Que del conjunto de declaraciones recibidas y vistos los documentos aportados al expediente, resulta que la ac­ túación del Mayor don Leocadio Mendiola Núñez ha sido, no solamente ejemplar, sino única entre los Pilotos de nuestra República.

Reflexión

De los anteriores mantenemos vivo su recuerdo personal, ahí están sus nombres y sus historias. Alcanzaron la gloria, el reconocimiento.

Pero también nos acordamos de otros muchos, QUE LO DIERON TODO, y no nos queda otro recuerdo de ellos que saber que murieron cumpliendo con su deber.

A ellos, a los que llevaron el Castillo en la frente adornando y murieron  llevando a España en el corazón, les decimos que no sabremos sus nombres, no conoceremos su cara, pero su espíritu de entrega se mantendrá siempre vivo entre nosotros.

Lo demandó el honor y obedecieron,
los requirió el deber y lo acataron ;
con su sangre la empresa rubricaron,
con su esfuerzo la Patria engrandecieron.

Fueron grandes y fuertes, porque fueron
fieles al juramento que empeñaron.
Por eso, como valientes lucharon,
y como heroes murieron.

Por la Patria morir fue su destino,
querer a España, su pasión eterna,
servir en los Ejércitos, su vocación y sino.

No quisieron servir a otra Bandera,
no quisieron andar otro camino,
no supieron vivir de otra manera.