La Ordenanza

 En 1803, el Rey Carlos IV aprueba la  Ordenanza del Real Cuerpo de Ingenieros del Ejército. Esta ordenanza, gestada bajo el gobierno del valido Manuel Godoy, y diseñada por Urrutia, como afirma su preámbulo, pretende, entre otras: “dar al Cuerpo de Ingenieros toda la consistencia militar que debe tener, y proporcionarle los privilegios y ventajas a que pueda aspirar un cuerpo distinguido por su instrucción y sus constantes y buenos servicios” .

En esta reforma quedaban patentes la limitación de funciones a las propiamente militares y las misiones y cometidos de las Tropas.

A partir de esta Ordenanza, los Ingenieros se definen en un nuevo escalafón, se adoptan las graduaciones militares (hasta ahora “asimiladas”) y se establece una escala propia dentro del ejército:

…de ser el pie actual del expresado Real Cuerpo muy diminuto respectivamente al gran número de atenciones que abraza su servicio, así durante las operaciones de la guerra, como en las guarniciones de las plazas y encargos que se le confíen; de ser la organización del mismo cuerpo inadequada para que sus individuos adquieran en general la completa instrucción teórica y práctica que necesitan para el mejor desempeño de sus vastas, complicadas e importantes funciones…“.

La Ordenanza estaba dividida en diez Reglamentos:

I. El de la constitución del Real Cuerpo de Ingenieros, en el que se comprehende la del Regimiento Real de Zapadores.

II. El de las funciones y servicio de los Oficiales del Real Cuerpo de Ingenieros en las guarniciones de las Plazas en tiempo de paz.

III. El de las obras de fortificación, de sus proyectos, y modos de seguirlos.

IV. El de las comisiones particulares que se confían a los Ingenieros.

V. El del servicio del Real Cuerpo de Ingenieros en campaña.

VI. El de las obligaciones de todos los individuos del Regimiento Real de Zapadores y Minadores.

VII. El del gobierno interior del citado Regimiento.

VIII. El de la instrucción teórica y práctica de los Ingenieros, Zapadores, y Minadores.

IX. El del servicio durante la paz y en tiempo de guerra del expresado Regimiento.

X. El del juzgado privativo del Real Cuerpo de Ingenieros.

Gobierno Militar de Barcelona proyecto arquitectónico del ingeniero militar José Sans Forcadas
Panteón de los Héroes (Melilla) proyecto del Ingeniero Militar José de la Gándara
Fuerte Aranguren (Ceuta) proyecto del Comandante Mendicuti

Las principales diferencias que aparecen con la Ordenanza de 1768 son:

Asignación de funciones y servicios según el escalafón jerárquico del  Cuerpo. Los Ingenieros debían ocuparse de las cuestiones relacionadas con la fortificación y los edificios militares, aspectos que agrupaban un conjunto diverso de habilidades y tareas.

Quedaban encargados de inspeccionar las plazas y puestos fortificados, cuestión que obligaba a mantener un archivo de fortificaciones donde conservar los planos, mapas, proyectos, memorias, descripciones geográficas y militares.

Debían proponer “las obras de fortificación convenientes para aumentar las defensas en las plazas, fronteras, costas, puertos y presidios“, así como “el abandono y demolición de las que conceptúe inútiles“, y los proyectos de caminos “que juzgue necesarios para la comodidad de las comunicaciones interiores del Reyno“.

 Asimismo corría a cargo de los oficiales de ingenieros la instrucción teórica y práctica del Regimiento de Zapadores. Una función ampliada a la atención docente de otras escuelas y academias militares.

También consideraba que la profesión del ingeniero “abraza muchos y diversos ramos y que cada uno requiere especiales talentos e inclinación“. Por ello los ingenieros directores, encargados de las comandancias o subinspecciones, debían elegir para las comisiones “los ingenieros que consideren más a propósito, alternándoles en las ocasiones, sin relación a la mayor antigüedad o empleo

Obtención y elaboración de información territorial:  “conviniendo que los oficiales de mi Real Cuerpo de Ingenieros se apliquen particularmente a adquirir mucha exactitud y ligereza en el diseño, en el levantamiento de Planos y Mapas, en todo quanto conduce a proporcionar un conocimiento rápido y seguro del país“.

Cada año se debían realizar memorias e informes sobre asuntos relativos a la profesión militar y demás ramos facultativos, que seria entregada siempre que se produjese un relevo del  Ingeniero Comandante.

Así mismo, se establecía que cuando se encontrara en una Plaza un destacamento del Regimiento Real de Zapadores, estos se encontrarían bajo el mando del Ingeniero Comandante de la plaza para lo referente a trabajos y demás encargos de su Instituto y de sus jefes naturales para el gobierno económico e interior de  la tropa. Si el mando de las tropas era de mayor empleo o antigüedad que el Ingeniero Comandante de la Plaza, entonces asumiría el mando de la Comandancia.