Transmisiones
A finales del siglo XVIII se establece la primera línea de telegrafía óptica en España, unía Madrid con Aranjuez. Tuvo una efímera existencia, en 1796 el que fue Capitán D. Agustín de Bethencourt y Molina, fundador de la Escuela de Caminos y Canales de España, diseña e impulsa el establecimiento la primera línea de telégrafo óptico entre Madrid y Cádiz.
Telegrafía óptica
La evolución de los medios permitió que unos años después, en 1805 y por orden del Capitán General de Andalucía se establecieran unas líneas militares de telegrafía óptica que, partiendo de Cádiz llegaban a Sanlucar de Barrameda, Chiclana, Medina Sidonia y Jerez; Posteriormente esta última llegaría hasta Sevilla. (Tcol. Hurtado).
A mediados del S.XIX, durante la Primera Guerra Carlista se empiezan a usar los primeros telégrafos ópticos de campaña, en aquel entonces llamados “volantes”, las posibles combinaciones en la posición de sus aspas configuraba el código de signos para la comunicación. Superaban las posibilidades del lenguaje de paineles, semáforos o banderas.
Después de varios tanteos siempre demorados, una real orden de 1 de marzo de 1844 encarga al director general de Caminos activar el plan nacional de telégrafos ópticos si bien reducido a la construcción “por ahora” de tres líneas:
- 1ª Desde Madrid, pasando por La Granja, Segovia, Valladolid, Palencia, Burgos, Vitoria, Tolosa, San Sebastián a Irún.
- 2ª Desde Madrid a Toledo, Ciudad Real, Santa Cruz de Mudela, Bailén, Córdoba, Écija, Sevilla, La Carraca, San Fernando a Cádiz.
- 3ª Desde Madrid por Aranjuez, Ocaña, Albacete, Almansa, Valencia, Castellón, Peñíscola, Vinaroz, Tarragona, Barcelona, Gerona, Figueras a la Junquera.
Estas líneas, según diseñó el Tcol del EM Mathe, consitian en torres de tres plantas, fortificadas y con capacidad para albergar unos veinte soldados, con armamento, munición y víveres suficientes, estaban separadas unas dos leguas cada una y se construían a caballo de las carreteras principales.
En la azotea disponían los aparatos de señales y si por algún motivo no podían comunicarse, llevarían el mensaje a caballo.
También se usaban los heliógrafos, que usando los reflejos del sol sobre un juego de espejos y mediante un código de emisión de luz permitían transmitir mensajes. Durante la noche se empleaban las linternas con un concepto similar al del heliógrafo pero con luz artificial.
Telegrafía eléctrica
En 1832 Morse patentó su invento, un aparato muy rudimentario: a través de dos cables pasaba electricidad hasta un electroimán; éste movía una aguja que señalaba unos símbolos que luego se transmitían; estos símbolos componen el famoso código Morse. En 1837 el invento se expande por los países occidentales.
Pronto comenzó a utilizarse en el Ejército, a mediados de siglo comienza la sustitución de las líneas ópticas por las eléctricas, principalmente aprovechando la infraestructura ferroviaria. Las primeras líneas se establecieron en Barcelona y en La Habana.
La Estación principal de Telégrafos se encontraban el Cuartel de Conde Duque (Madrid) sede de la Guardia de Corps de SM el Rey, desde ahí se enlazaba por linea de visión con el edificio de Correos que a su vez era el entronque de las tres líneas nacionales.
En 1873 se crean las primeras compañías con la especialidad de Telégrafos que constituyen la Segunda Compañía de las seis que conformaban cada Regimiento (1ª Pontoneros, 2ª Telégrafos, 3ª y 4ª Zapadores, 5ª Ferrocarriles y 6ª Minadores).
Tras varias reorganizaciones, el 15 de diciembre de 1884 se crea, procedente del Tren de Servicios Especiales (Telégrafos, Ferrocarriles, Topografía) con carácter independiente un Batallón de Telégrafos, al mando del Teniente Coronel D. Lícer López de la Torre Ayllón.
En 1902 pasaría a convertirse en Regimiento.